Este no es un video más de chavales dando toques al balón hasta con la rabadilla. Estos chavales van más allá y consiguen que las acrobacias de Oliver y Benji dejen de parecer imposibles.
Ahora recuerdo algún momento de patio. Cuando con tan solo 8 o 9 años esperabas con impaciencia la hora de comer. Si eras un chaval afortunado y tus padres pagaban el comedor del colegio, podías disfrutar de 2 horas de recreo alucinantes (bueno, depende de lo que tardaras en comerte las lentejas del comedor. Nadie se iba sin comerse hasta la última cucharada). Algunos, esas dos horas las ocupábamos casi siempre en jugar al fútbol. Otros picoteaban aquí y allá:Un día fútbol, otro día escondite y los menos algún intento de simpatizar con las chicas de clase.
Yo como digo, pasaba horas jugando al fútbol. Todos los años hacíamos un ranking "casi oficial" de quien era el mejor de clase con el balón. César Correa. No olvidaré nunca ese nombre. Siempre estuve a su sombra. Hasta que en el año 93 a alguién se le ocurrió decir que el 1º era yo!!...
Ese año fue especial. Además de ser el mejor de la clase jugando al fútbol, Beatriz Castroviejo ( la chica detrás de la que llevaba 4 o 5 años) se fijó en mí. Compartimos pocas cosas: paseos de la mano, 1 noche de granja escuela tumbados en la misma cama, comiendo techo, incapaces con nuestros 10 añitos de dar un primer paso. A mi hermana Angela debo pedirla perdón por haberle cojido "prestado" en cada san valentín durante aquellos 4 años de conquista, algún regalito para Bea. ¡Ángela al final tantos regalos "prestados" obtuvieron resultado!
Como decía al principio, en aquellos años jugábamos al fútbol. Nunca he disfrutado tanto como entonces con un balón.
En uno de esos recreos ,Victor Barbero ( 3º en el ranking si no recuerdo mal) y yo inténtabamos sin éxito una y otra vez, una de las jugadas de los gemelos de Oliver y Benji. La acrobacia consistía en pegarle a la pelota al mismo tiempo, cada uno por un lado del balón, de manera que el balón saliera disparado con un extraño efecto imparable para cualquier portero.Lo intentamos durante horas. ahora tengo la sensación de que terminamos consiguiéndolo. No lo sé. La infancia con los años se convierte en un lugar extraño y es difícil distinguir lo que ocurrió y lo que hemos ido inventando. O sólo exagerando...
Como sea, estos chavales tienen ahora la oportunidad de grabarlo. Eso sirve para que nosotros alucinemos, para que ellos se sientan quizás más orgullosos, reconocidos. Pero tal vez dentro de 15 años imaginarse la infancia no sea lo mismo.
Yo como digo, pasaba horas jugando al fútbol. Todos los años hacíamos un ranking "casi oficial" de quien era el mejor de clase con el balón. César Correa. No olvidaré nunca ese nombre. Siempre estuve a su sombra. Hasta que en el año 93 a alguién se le ocurrió decir que el 1º era yo!!...
Ese año fue especial. Además de ser el mejor de la clase jugando al fútbol, Beatriz Castroviejo ( la chica detrás de la que llevaba 4 o 5 años) se fijó en mí. Compartimos pocas cosas: paseos de la mano, 1 noche de granja escuela tumbados en la misma cama, comiendo techo, incapaces con nuestros 10 añitos de dar un primer paso. A mi hermana Angela debo pedirla perdón por haberle cojido "prestado" en cada san valentín durante aquellos 4 años de conquista, algún regalito para Bea. ¡Ángela al final tantos regalos "prestados" obtuvieron resultado!
Como decía al principio, en aquellos años jugábamos al fútbol. Nunca he disfrutado tanto como entonces con un balón.
En uno de esos recreos ,Victor Barbero ( 3º en el ranking si no recuerdo mal) y yo inténtabamos sin éxito una y otra vez, una de las jugadas de los gemelos de Oliver y Benji. La acrobacia consistía en pegarle a la pelota al mismo tiempo, cada uno por un lado del balón, de manera que el balón saliera disparado con un extraño efecto imparable para cualquier portero.Lo intentamos durante horas. ahora tengo la sensación de que terminamos consiguiéndolo. No lo sé. La infancia con los años se convierte en un lugar extraño y es difícil distinguir lo que ocurrió y lo que hemos ido inventando. O sólo exagerando...
Como sea, estos chavales tienen ahora la oportunidad de grabarlo. Eso sirve para que nosotros alucinemos, para que ellos se sientan quizás más orgullosos, reconocidos. Pero tal vez dentro de 15 años imaginarse la infancia no sea lo mismo.
1 comentario:
Qué bonito comentario Mr Kaplan, al final va a resultar que eres un sentimental :-)
Esa infancia tan bonita y tan nostálgica...
A ver cuando le damos unos toques al balón, y si no se puede, al Pro Evolution, que también mola.
Hector valle.
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